LA RENOVADA SALA PARACAS DEL MNAAHP O LO QUE NUNCA SE DEBE HACER EN UNA EXPOSICIÓN DE ARQUEOLOGÍA
El elemento museológico y museográfico prioritario es el objeto real, las tonalidades nunca deben competir con los objetos de la exposición.
El Ministerio de Cultura abrió las puertas de 50 museos del Estado de manera gratuita por el feriado largo, una muy buena iniciativa por lo cual decidimos visitar el Museo Nacional de Arqueología para conocer su renovada sala Paracas, pero decidimos recorrer todo el museo, no solo dicha sala, que es lo que la gente está haciendo estos últimos días (de ahí la cola registrada) por Koke Contreras en su cuenta de Facebook. Terminado el recorrido completo hemos considerado escribir algunas líneas respecto a dicha Sala.
El gran error de la exposición es la museografía y lamentablemente es un error de concepto de sala, si ha fallado eso, la sala ha perdido todo el sentido, ¿por qué?, porque la museografía compite totalmente con la muestra, es decir con las piezas arqueológicas; error básico que todo museógrafo o curador de una muestra debe saber, acá la museografía, valga la redundancia otra vez, sobrepasa totalmente la muestra; las piezas y la información se pierden en un mar de colores, espejos, luces y reflejos:
- Para comenzar el recorrido la puerta moderna que fue colocada para renovarla no va con el resto de las puertas de las salas del museo, que es un museo tradicional, porque decidieron romper el equilibrio arquitectónico que guarda el local?, no estaba declarado este edificio como Patrimonio Histórico?
- Que hacen tantos cuadros relacionados a Paracas fuera de la sala?, no tiene ningún orden ni sentido, crea confusión como si se estuviera mostrando una galería de arte.
- Dentro de la sala los colores son excesivos tanto de las paredes como de los letreros, son muy chillones, cuando la observas la vista te jala más hacia el fondo y no hacia la forma que este caso son las piezas cerámicas, las piezas textiles y los cráneos y que en realidad es lo que debería importar.
- Enormes espejos.
- Iluminación excesiva.
- Los 3 ó 4 videos que se muestran son demasiados para una sola sala, es más si te detienes en un video, escuchas el video de otra sala contigua, un error que debe ser subsanado cuanto antes.
- La sala de juegos para niños, el cual es una idea excelente, pero ¿porque hay juegos dentro de la sala? ¿No debería estar esto ya cuando haya concluido el recorrido del museo?, si se renuevan las demás salas del museo (metales, incas, chimú) también habrá una sala de juegos al final de cada sala?, no es esto demasiado absurdo?
- La sala de lectura: la misma critica que para la sala de juegos, esto debería estar, al terminar el recorrido del museo, si ya se decidió que iría una sala de lectura, aunque esto es un sinsentido, que yo sepa el museo tiene su biblioteca porque poner una sala de lectura dentro de una sala! Ni siquiera al final del recorrido del museo!.
- Otra cosa que nos pareció pésimo es que hace dentro de la sala, una minisala, que es sobre la cultura Pucara, rompe el esquema del recorrido de la sala Paracas, porque en medio te encuentras con ella, entonces tienes que parar la hilación del recorrido para visitarla y terminas en la mismo lugar es decir vuelves otra vez a Paracas, para reiniciar tu recorrido, un total sinsentido.
Como se verá todo esto aturde y distrae demasiado al visitante, perdiendo totalmente el objetivo de la sala que es mostrar lo que fue la cultura Paracas, en realidad pensaron que el visitante se quedará tanto tiempo en una sola sala como esta, para hacer todas esas actividades? un poco de criterio no?!.
Pero no todo es criticable en la sala lo positivo que se puede rescatar son cosas como la recreación de las tumbas tanto de Necropolis como Cavernas una apuesta tradicional pero que no deja de tener relevancia y que puede dar una idea al visitante, del lugar donde se encontraron las tumbas, aunque las fotos que acompañan dichas recreaciones así como gran parte de la sala están muy oscuras no apreciándose lo que se quiere mostrar.
También es de destacar el arduo trabajo tanto de conservadores como de arqueólogos para montar la cantidad de textiles que se está exhibiendo.
Esperemos que en las próximas salas que puedan inaugurarse los curadores hagan respetar sus criterios sobre los técnicos, es decir sobre los del museógrafo o museografa, porque es obvio que acá ha ocurrido todo lo contrario. Que el Estado invierta una fuerte suma de dinero (más de 1 millón de soles según me comentaron las personas que fueron el día de la inauguración y que fue un dato que soltó su directora) para una sala de exposición es casi un milagro, por lo tanto es una oportunidad casi única que no se debería desaprovechar.